Viviana María Rodrigo ha llegado a su casa entre la desolación y las lágrimas. Tras una gestión de urgencia en el juzgado, esta vecina de Puertollano ha logrado suspender in extremis aunque temporalmente el lanzamiento del desahucio de su hogar, en el que vive con su marido, cinco hijos y dos sobrinos adoptados. El desalojo iba a ejecutarse a las 10.30 horas de este miércoles, pero teme que se trate solo de un prórroga siniestra y da prácticamente por perdido su hogar.
Frente a la humilde casa de la calle Isabel la Católica de Puertollano ya se encontraban efectivos de Policía Nacional, Policía Local, miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y el cerrajero que iba a proceder al cambio de cerradura, pero una estratagema judicial de última hora en los juzgados de Puertollano (la renuncia a su abogado y procurador alegando indefensión) ha conseguido aplazar, quizá unas pocas semanas, la expulsión de la familia.
Viviana podría verse en la calle tras un enrevesado proceso judicial cuyo origen ella contextualiza en una "estafa". El caso se inició en 2008, cuando, supuestamente, un antiguo compañero de trabajo procedió al levantamiento de la hipoteca de Vivian y solicitó un crédito hipotecario de 200.000 euros en otra entidad bancaria poniendo como aval la vivienda. Posteriormente, el autor de los hechos estuvo incurso en concurso de acreedores, con la casa de Vivian entre la masa activa, que ha pasado a un "fondo buitre" tras una subasta en la que fue adquirida por el Banco Santander.
Entre lágrimas Viviana ha expresado a los periodistas su temor de que, pese a la prórroga hasta que encuentre nuevo abogado, haya perdido de facto su vivienda, toda vez que su defensa no emprendió acciones judiciales para paralizar el procedimiento de subasta al entender que su cliente era ajena al crédito.
Vivian asegura que el Banco de España ha confirmado que no tiene ningún préstamo hipotecario ni aval de su vivienda, pero la complejidad del caso, en el que quedan muchos puntos por dilucidar, ha derivado en un desahucio contra el que a esta alturas poco puede hacer Vivian, salvo seguir luchando con una nueva representación legal, sin apenas tiempo y con un margen de actuación muy estrecho. "Voy a luchar hasta el final por mi familia", ha remachado, visiblemente afectada.
Vivian ha lamentado su indefensión tanto en el ámbito procesal como institucional, si bien ha agradecido el apoyo recibido por al Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Puertollano y la Asociación de Familias Necesitadas ANFANE. Fuentes municipales han confirmado asimismo que la Concejalía de Vivienda volverá a ponerse en contacto con la afectada para intentar ayudarle.
